Ir al contenido principal

Adictos a la VIDA


"Del mismo modo que uno se engancha a la referencia externa, como un yonki al que le falta algo y lo rellena con lo que puede, uno también se hace adicto, de alguna forma, a encontrar los puntos en los que me pierdo, y desatar los nudos que nos llevan por los caminos no propios.

Es muy llamativo ver cómo el miedo y la referencia externa están totalmente relacionados. Y también es casi milagroso ver cómo esas grandes cantidades de miedo que hay cuando uno pone tanta importancia al afuera, van dejando un espacio silencioso, pleno...

El miedo se sostiene a través de ideas que se sustentan en el ganar o perder, en el tener la razón, en la ofensa y el ataque...etc.   Pero más allá de todas esas ideas, Nadie se imagina que más allá de las polaridades, de las dos vías de opción que siempre aparecen ante cualquier desafío que requiere de mi habilidad de respuesta, existe la Posibilidad de acercar a la Existencia una Vía completamente Nueva, sustentada en el Vacío, en lo que está absolutamente Fuera de todo lo conocido. Una vía nueva que es como una semilla, cuyo Riego es confiar en aquello desconocido, descartando todas las habilidades de respuesta que ya conozco, aunque las transite, aunque las exprese, aunque chille como un cochinito desesperado por conseguir una miga de pan para sostener mi razón, algo, más allá del cochinito chillón, sabe que aquella reacción ya la conozco y está gastada, pero se expresa porque parece no conocer que extiste la Posibilidad de otras Habilidades de Respuesta para el Ser Humano, más maduras.

Sí, aún no las conocemos, pero darles cabida en cada uno, en uno mismo, alimentando esa semilla con el Riego de la confianza en lo desconocido, con la certidumbre que otorga la seguridad que nace desde donde no hay absolutamente Nada.

Cuando no me apoyo en nada para existir, cuando no me apoyo en nadie para hablar, cuando no me apoyo en ninguna idea de ti o de mi para AMARTE, en ninguna razón... me doy cuenta de lo que es VIVIR, con mayúsculas.


Parece un RIESGO sostenerse en el Vacío, pero no es más que el Riego que danza en la S de la Recreación."

Divina Buenaventura Estupefacta

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Masculino, el Femenino y el Dinero

  "Equilibrio" Dibujo de José Mataloni EL DAR Y EL RECIBIR: MASCULINO Y FEMENINO Muchas personas dicen que se sienten más cómodas dando que recibiendo, por tanto, en ellas existe una programación mental previa para dar y no tanto para recibir. Recibir es la energía femenina. La naturaleza es una viva expresión de esta energía. La naturaleza recibe la energía del sol, que es masculina, y le otorga la vida. La naturaleza recibe, y al mismo tiempo da sus frutos. De hecho, utilizamos la palabra “natural” cuando queremos expresar que algo sale sin esfuerzo, como si fuera en la esencia de uno mismo. También decimos: “ es mi naturaleza ”, cuando queremos expresar que hacemos algo simplemente porque nos sale, como una vocación, o entregar una mano amiga o nuestro cariño cuando verdaderamente tenemos el impulso por el corazón. La naturaleza es un gran espejo en el que poder observar nuestra propia energía femenina. Durante cientos de años la energía femenina ha quedado r

DAR SE

Cuando das con la finalidad de recibir (reconocimiento, cariño, pertenencia, aprobación, validación...etc.), llegará un momento en que, al no recibir, uno cree que está “dando de más”, “que es tonto por dar a quien no lo merece”... etc... y quizás tenga razón en la superficie, pero en lo que sucede en lo profundo, es que está teniendo una finalidad no vista. Creía que estaba “dando de corazón”, pero estaba dando para recibir. La cuestión no es cuánto das, sino desde dónde das. Porque ese “desde dónde”, si no recibe, va a acabar culpando al afuera de que no le da lo que merece, de que no es visto, no es tenido en cuenta. Simplemente, no me veo, no me tengo en cuenta, y doy para recibir atención, aprobación, cariño... necesito que el afuera me diga que soy lo que yo mismo no puedo ver de mí, y si no la recibo, es “el otro” el culpable de no reconocer mi valía, valía que, yo mismo no puedo ver y por eso “obligo” al otro a que me reconozca. La generosidad de quien se posiciona en su valenc

El palo en la rueda

Cuando el ser humano se acostumbra a la mentira, después le cuesta encontrar a su propia verdad. Se acostumbra a poner su esperanza en el futuro, y a vivir un presente que prepara constantemente lo que le falta al ahora. “A mí no”... ,-dice- “a mí no me puede pasar lo que a otros les sucede”. Y observa a esos “otros” que no pueden alcanzar lo que él tiene. Y dice “soy afortunado”. “Cumplo con los preceptos necesarios para que a mí no, a mí no me pase”. Y así uno, pedalea en su bici, en esa dirección, observando a los lados de la carretera a los caídos. “Lástima, les pasaré unas monedas”. Y sigue avanzando. Ni por su imaginación se pasa verse a sí mismo a través de ellos. Es solo algo externo que pareciera errado. Quizás no supieron llevar sus vidas “como dios manda”. Quizás lo merecen, o quizás es mala suerte... ¿quién sabe? Y sigue pedaleando... -Ups!!! pataplaf!!! (ruido de alguien al caer) Un palo se metió en la rueda de la bici. Y mientras uno está en el suelo