Hay un momento para desmantelar la forma en la que uno percibe la Economía (tanto la micro, como la macro), y un momento para empezar a observar con qué Lógica se maneja la Economía cuando no está intervenida por la percepción particular.
Desde “El Espíritu Económico” y “Economía en Convergencia” hemos estado trabajando, y seguimos haciéndolo por el momento, en el desmantelamiento de la percepción de la forma particular de ver la economía, basada en los programas.
A medida que uno permite este proceso, va pudiendo ver una forma completamente diferente en la que se manejan los potenciales, la energía y, en general, nuestra relación con el entorno material. Pero esta forma de expresión no hay forma de poder explicarla, o poder entenderla, si previamente no hemos desmantelado el “programa” con el que hemos visto la relación con lo económico hasta ahora.
Para una percepción que valida la escasez, no es posible acceder a la percepción de la Lógica de la Economía en Convergencia. De modo que cualquier idea que proceda de esta lógica económica, como el hecho de que la energía va detrás del propósito, la mente que tiene miedo toma esa idea PARA quitarse el miedo de encima, la toma para autoconvencerse de que la energía funciona así. Este autoconvencimiento no es más que una forma muy dolorosa de alargar la agonía, pues mientras la escasez se proyecta, uno sigue soñando con una forma ideal de manejarse en lo económico.
Desmantelar todo el programa de cómo percibo la economía, solo sucede cuando puedo VER tal y como es, este programa, cuando puedo ver mis miedos, mis ansias de más, mi deseo de estabilidad, mi creencia de que tengo un trabajo fijo y estable, de que tengo un colchón... etc. Si no puedo ver todo este programa completo, entonces, mi mente seguirá manejándose con el motor del miedo y la escasez, de modo que será el impedimento que tenga para observar esa otra forma de Economía.
Llevo ya bastante tiempo trabajando en este aspecto, y he podido comprobar que la tendencia de la mente es la de tratar de quitarse el miedo de encima a través de ideas que a uno lo dejen tranquilo, lo satisfagan.
En general, no solo con la Economía, en todo este tránsito del cambio de percepción sucede lo mismo. El deseo de poner frases o teoría encima del miedo, para que mis miedos se calmen, o el deseo de poner frases ideales y convencerme de las mismas, es constante en este proceso. Todo eso NO ES transformador.
Según lo veo, estos tiempos tienen una gran interferencia que es, precisamente, este utilizar la teoría para tapar lo que debe ser visto. Se está haciendo tan obvio el programa, al tiempo que se hace obvio también lo que es genuino, que solo se precisa un poco de sinceridad con uno mismo para darse cuenta de que uno está tapando sus miedos en lugar de enfrentarlos.
Una pregunta muy valiosa para estos tiempos es, antes de repetir algo que oí por ahí y que me resulta muy cierto, antes de ponerme a teorizar sobre algo que escuché, preguntarme: ¿esto lo veo realmente por mí mismo/a, o solo “lo entiendo”?. Por ejemplo, al hecho de que la energía sigue al propósito ¿lo veo por mí mismo? ¿lo compruebo en mi propia vida, o solo lo creo? La mayor parte de las veces, solo lo entendemos o lo creemos, y eso no tiene nada que ver con el VER que transforma la percepción. Repetir algo como una verdad, solo porque lo entiendo, es un freno a la verdadera transformación. Sin embargo, observar ese algo que me suena cierto y soltarlo, es el primer paso para que la mente que agarra comience a ser una mente que suelta.
Desde “El Espíritu Económico” y “Economía en Convergencia” hemos estado trabajando, y seguimos haciéndolo por el momento, en el desmantelamiento de la percepción de la forma particular de ver la economía, basada en los programas.
A medida que uno permite este proceso, va pudiendo ver una forma completamente diferente en la que se manejan los potenciales, la energía y, en general, nuestra relación con el entorno material. Pero esta forma de expresión no hay forma de poder explicarla, o poder entenderla, si previamente no hemos desmantelado el “programa” con el que hemos visto la relación con lo económico hasta ahora.
Para una percepción que valida la escasez, no es posible acceder a la percepción de la Lógica de la Economía en Convergencia. De modo que cualquier idea que proceda de esta lógica económica, como el hecho de que la energía va detrás del propósito, la mente que tiene miedo toma esa idea PARA quitarse el miedo de encima, la toma para autoconvencerse de que la energía funciona así. Este autoconvencimiento no es más que una forma muy dolorosa de alargar la agonía, pues mientras la escasez se proyecta, uno sigue soñando con una forma ideal de manejarse en lo económico.
Desmantelar todo el programa de cómo percibo la economía, solo sucede cuando puedo VER tal y como es, este programa, cuando puedo ver mis miedos, mis ansias de más, mi deseo de estabilidad, mi creencia de que tengo un trabajo fijo y estable, de que tengo un colchón... etc. Si no puedo ver todo este programa completo, entonces, mi mente seguirá manejándose con el motor del miedo y la escasez, de modo que será el impedimento que tenga para observar esa otra forma de Economía.
Llevo ya bastante tiempo trabajando en este aspecto, y he podido comprobar que la tendencia de la mente es la de tratar de quitarse el miedo de encima a través de ideas que a uno lo dejen tranquilo, lo satisfagan.
En general, no solo con la Economía, en todo este tránsito del cambio de percepción sucede lo mismo. El deseo de poner frases o teoría encima del miedo, para que mis miedos se calmen, o el deseo de poner frases ideales y convencerme de las mismas, es constante en este proceso. Todo eso NO ES transformador.
Según lo veo, estos tiempos tienen una gran interferencia que es, precisamente, este utilizar la teoría para tapar lo que debe ser visto. Se está haciendo tan obvio el programa, al tiempo que se hace obvio también lo que es genuino, que solo se precisa un poco de sinceridad con uno mismo para darse cuenta de que uno está tapando sus miedos en lugar de enfrentarlos.
Una pregunta muy valiosa para estos tiempos es, antes de repetir algo que oí por ahí y que me resulta muy cierto, antes de ponerme a teorizar sobre algo que escuché, preguntarme: ¿esto lo veo realmente por mí mismo/a, o solo “lo entiendo”?. Por ejemplo, al hecho de que la energía sigue al propósito ¿lo veo por mí mismo? ¿lo compruebo en mi propia vida, o solo lo creo? La mayor parte de las veces, solo lo entendemos o lo creemos, y eso no tiene nada que ver con el VER que transforma la percepción. Repetir algo como una verdad, solo porque lo entiendo, es un freno a la verdadera transformación. Sin embargo, observar ese algo que me suena cierto y soltarlo, es el primer paso para que la mente que agarra comience a ser una mente que suelta.
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