"Cuando existe un conflicto en el que llevamos mucho tiempo, y de pronto uno siente “¡ya está! ¡encontré la solución!”, (por ejemplo, no encuentro solución a mi conflicto con el dinero y, de pronto, encuentro un trabajo) lo que estamos encontrando, probablemente, es un parche para ese conflicto, es una “vía de servicio” en la que descansar un rato, y a la que me lleva la carga de miedo, culpa, ansiedad...etc., o cualquier emoción a la que estoy tratando de eliminar, o de ignorar o de huir. Cuando comprendo que cualquier solución externa no es más que una vía de huida que me des-vía, entonces la mente, por sí misma, hace un STOP y DEJA DE BUSCAR SOLUCIONES. Entonces, la causa del conflicto es vista y, por tanto, el conflicto se ve desmantelado sin necesidad de solución externa alguna. De modo que el ciclo se produce al revés: cuando dejo de buscar afuera, es el afuera el que me busca a mí.
Por eso, en estos tiempos en los que todo el mundo presenta y busca “soluciones”: a la crisis, a las depresiones, a la falta de iluminación, a la escasez...etc., cualquier solución no es más que otro parche, más de lo mismo; soluciones que solo satisfacen a unos pocos, a una parte, y que perjudican a otros; mientras que el desmantelamiento del conflicto, solo posible al dejar de buscar la solución, es una resolución convergente, no perjudica a nadie, y beneficia a todos.
“No encuentro solución a mi conflicto con el dinero”, es parte de esto mismo. Cuando comprendes que esas supuestas soluciones que encuentras, son solo vías que te des-vían de observar al que genera la escasez, vías a las que te lleva la carga de miedo a la pobreza, entonces se produce el freno automático de la “búsqueda de soluciones externas”, el STOP de la lavadora mental que no paraba de buscar entre una madeja inservible de parches, una solución, y surge la observación inmediata de aquel que creaba la escasez y, por tanto, el conflicto con lo material.
No veas a la escasez o al miedo como a enemigos, sino más bien obsérvalos con la atención que se escucha a un gran maestro"
Por eso, en estos tiempos en los que todo el mundo presenta y busca “soluciones”: a la crisis, a las depresiones, a la falta de iluminación, a la escasez...etc., cualquier solución no es más que otro parche, más de lo mismo; soluciones que solo satisfacen a unos pocos, a una parte, y que perjudican a otros; mientras que el desmantelamiento del conflicto, solo posible al dejar de buscar la solución, es una resolución convergente, no perjudica a nadie, y beneficia a todos.
“No encuentro solución a mi conflicto con el dinero”, es parte de esto mismo. Cuando comprendes que esas supuestas soluciones que encuentras, son solo vías que te des-vían de observar al que genera la escasez, vías a las que te lleva la carga de miedo a la pobreza, entonces se produce el freno automático de la “búsqueda de soluciones externas”, el STOP de la lavadora mental que no paraba de buscar entre una madeja inservible de parches, una solución, y surge la observación inmediata de aquel que creaba la escasez y, por tanto, el conflicto con lo material.
No veas a la escasez o al miedo como a enemigos, sino más bien obsérvalos con la atención que se escucha a un gran maestro"
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