¿Cuál es el baremo por el que mido lo "valioso" que hay en mi vida? ¿A qué le doy "valor"?
Todos decimos que lo más importante son las personas, el amor... pero nuestra vida, nuestros actos, no dicen lo mismo. El mundo habla por sí solo.
Valoramos a aquellos que saben "controlar" sus impulsos, y condenamos a aquellos que no son capaces de controlarlos.
Valoramos los límites, los propios, y los ajenos.
Valoramos como "digno" el sacrificio y el esfuerzo, y con todo ello nos alejamos de nuestra naturaleza, la cual es receptora de la materia cuando está dispuesta y entregada a cumplir su tarea.
Cuando los valores proceden de la experiencia, de la tradición, de lo que me han enseñado... pertenecen a un campo limitante y, como tal, limitan también nuestra forma de acceder a la economía.
El valor que nace de forma natural y espontánea no corrompe, no limita, no carga.
Cuidado con los "valores", porque quizás, tanto valorar el esfuerzo, el sacrificio, el controlarse, el modificarse a uno mismo como "buena persona" a base de ponerse límites y esfuerzos, no es más que una de las múltiples máscaras que la conciencia se pone cuando juega a no reconocerse.
GAME OVER... JOY COMES...
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