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Prólogo de la Segunda Edición




Para todos los que tenéis el libro en su Primera Edición, aquí os dejo el prólogo que he escrito para la Segunda, que ya está disponible, y lleva un Anexo con los últimos artículos que se han ido publicando en este blog.  Gracias a todos vosotros por haber hecho posible esta inesperada edición.
Abrazos
Laura

"Tengo la impresión de que, cuando empecé a escribir “El Círculo Económico”, pensaba que había encontrado el Santo Grial de la Economía. Los primeros días no paraba de teclear una y mil palabras al ordenador, emocionada con todo lo que estaba descubriendo de manos de la propia vida, de acontecimientos, de situaciones insólitas o cotidianas que ponían de manifiesto la caótica situación en la que me encontraba. Y fue en medio de aquel caos que encontré un sentido, un hilo conductor natural y sencillo; de hecho era tan simple y tan evidente, que me daba casi un cierto reparo ponerlo de manifiesto. Ese hilo fue descubrir que la Economía, al igual que cualquier otra faceta de la vida en este mundo, tiene su propio curso natural, y que antes de ponernos a construir sistemas, es necesario observar cómo funciona su propia naturaleza. Sin embargo, con el tiempo va la vida bajándole a una los humos de iluminada, y la va poniendo en su lugar. Ahora sé que no he descubierto el Arca de la Alianza, y, sobre todo, que a veces las cosas son tan evidentes que no queremos verlas.

De modo que escribí este libro con una intención muy general, que con los días se ha ido convirtiendo en algo más particular, pues a medida que iba aplicando en mí misma lo que estaba viendo, se abrían nuevas puertas y entraba en más lugares desconocidos. Aunque pueda sonar muy enigmático, repito nuevamente que la cosa es tan simple y tan evidente, que lo tomamos como desconocido simplemente porque no queremos ver. ¿O acaso alguien que sufre en su trabajo no es consciente de que lo que hace no lo quiere hacer? ¿Acaso no es consciente de su incoherencia? ¿Acaso no es consciente de que la naturaleza tiene otro curso para él/ella? ¿Acaso no somos conscientes de que los sistemas económicos son un total fallo de sistema? Sin embargo, creo yo, al no tener “nada mejor”, al no tener alternativas, nos conformamos con lo existente, pensando que no hay nada más que lo que podemos ver. Es precisamente esta última aseveración, tan extendida en estos tiempos, la que creo que nos tiene totalmente confundidos y anidados profundamente en el sufrimiento y, por supuesto, me dispongo con este libro y con este Anexo de Segunda Edición, a proponerles a ustedes que, como bien decía Descartes, duden de todo y, sobre todo, de esta supuesta “verdad”.

Tengo que decir que yo creía, inconsciente y conscientemente, esta afirmación de que no existían, al menos de momento, alternativas mejores, y por eso me mantenía en esa situación de dolor, tanto laboral, como de indignación acerca del mundo. Hasta que un buen día me planteé si en realidad no sería más inteligente y efectivo mantener mi mente en una “actitud negativa”, y no me entiendan mal, pues no se trata de pensar lo peor, sino muy al contrario, de negar lo que no quiero. Es decir, aunque no tenga alternativa, aunque la otra opción sea el vacío, me propongo negar lo que es falso, lo lo que es dañino, lo que no quiero. No tengo la menor idea de lo que va a venir después, pero lo que sé es que no puedo seguir viviendo con este dolor. Quede dicho aquí, que considero que esta práctica solo puede ser comprobada por su propia utilización y, por tanto, de más está que yo diga aquí lo que viene después, ya que supongo que a cada quién le ofrecerá sus propias puertas y su propio camino. Es pues, la intención de este libro, la de fomentar la pregunta, la de alentar el planteamiento sobre la propia vida, sobre los propios actos, sobre aquello que nos constituye y que es lo más importante que tenemos.

Cierto es que no pensaba que la Primera Edición llegase a venderse completa, a pesar de haber realizado una tirada reducida, pues aún me consideraba una “loca new age” cuando saqué el libro a la venta. Ha sido a partir de darme cuenta de aquellos juicios que me hacía a mí misma, tan dolorosos y dañinos como flechas en el cuerpo emocional, que mi mensaje no tiene ninguna etiqueta y que, por supuesto, no es mío, sino que me limito a transmitir lo que veo y que evidentemente está ante nosotros, así como a transmitir mi experiencia, pues me hace realmente feliz dedicarme a ello. Sin embargo, ha querido la vida que ahora esté preparando una Segunda Edición, - ella sabrá lo que quiere de este libro - y he creído interesante escribir este prólogo para incluir este pequeño pero gran matiz que aquí les estoy describiendo, y del que he sido consciente en estos dos años posteriores a escribir el ensayo. Creo que la Economía, al igual que otra faceta de la vida, está totalmente internalizada en nuestra individualidad, y es por eso que creo más importante observar la vida económica en uno mismo, que tratar de arreglar los sistemas internacionales, como ya vemos muy fallidamente hacer a nuestros “expertos”. Si no comprendo el flujo económico de mi propia vida, difícilmente podré comprender el flujo económico de la humanidad. Si no comprendo que la vida es un dar y recibir constante, algo tan sumamente simple como eso, ya puedo enredarme a analizar gráficos, teoremas y economistas, que no saldré de aquel laberinto en el que nos encontramos.

Como ya he comentado al principio, este libro no pretende dar ningún tipo de solución, ni ninguna meta a alcanzar; sino que propone, sobre todo, la observación interior y planteamientos prácticos para hacer en uno mismo, cada uno desde su propia experiencia y como ejercicio personal. He descubierto, observando la Economía en mi propia vida, que ésta está íntimamente relacionada con la Conciencia, a todos los niveles; que la sensación de tener compartimentos separados es solo eso, una sensación, pues todo está íntimamente relacionado, y cuando tocamos una idea, un juicio, una creencia en alguna parte, el resto de nuestro mundo se ve afectado por ello.

Espero, con estas palabras, haber sido capaz de transmitir algo de lo que estoy viviendo que, como siempre, es mucho más grande de lo que los significados léxicos puedan ofrecer. No es mi intención transmitir ánimo, ni esperanza ante la crisis, pues creo que son lemas perecederos, que ya he practicado sin ningún éxito, y que solo consiguen atrasar la verdadera decisión, que es un cambio permanente en nuestras formas de vida. Descubrí hace muy poco tiempo que alimentar la motivación es flor de un día, y que mi intención no está en ese sentido, sino en el del planteamiento profundo para un cambio total. Y todo esto lo expreso porque no es mi intención alimentar el alargamiento de las agonías de nadie, sino todo lo contrario, pues puedo decir, por experiencia propia, que si uno se entrega al abismo de vivir en la coherencia de hacer lo que siente, un camino desconocido se abrirá ante él.

Os deseo feliz lectura y mejor vida. "


http://www.bubok.es/libros/215467/El-Circulo-Economico

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