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Mostrando entradas de marzo, 2013

Inconformismo político

Uno no debe conformarse con exigirle transparencia a un político. Uno no debe conformarse con que sus dirigentes no roben, o con que sean más o menos obedientes con las políticas de los mercados. Uno no debe conformarse con que la justicia haga su trabajo y meta en la cárcel a quien robo. Creo firmemente que uno no debe conformarse con eso, porque el político debería ser un ejemplo de moralidad, y si nos acostumbramos y nos conformamos, empezaremos a ver lo que es lógico como una utopía, y entonces ya no tendremos solución. Uno debe exigir representantes con autoridad moral, con vidas coherentes con su entrega a la sociedad. No podemos conformarnos con menos. 

Quien da, enriquece

Sólo por hoy… te proponemos sentir cómo haces más rico a quien das tu dinero. 

¿Puede un virus curar un cuerpo?

" En lugar de recomendarles higiene a los pobres, debemos estimular los hábitos opuestos. En nuestras poblaciones debemos hacer más estrechas las calles, hacinar más gente en las casas y cortejar el retorno de la peste. En el campo debemos levantar las aldeas cerca de charcas estancadas y, sobre todo, alentar la colonización de toda suerte de terrenos pantanosos e insalubres. Pero, por encima de todo, debemos reprobar los remedios específicos para enfermedades devastadoras; y refrenar a esos hombres bien intencionados, pero equivocados, que creen hacerle un bien a la humanidad abrigando planes para extirpar por completo determinadas enfermedades. ” Thomas Malthus Hace días que una persona me envió este texto de Malthus. Ya no lo recordaba. Por suerte, había pasado a la zona de mi memoria que olvida espontáneamente lo que le produce repugnancia. Sin embargo, como con todo en la vida, por mucho que queramos, hay cosas que no se pueden esconder.  Volví a leerlo detenida

Otro concepto de la austeridad

Austeridad no es vivir como un asceta, ni recortar gastos sin sentido, ni "apretarse el cinturón", sino comprar lo que uno necesita, aprender a diferenciar entre las “necesidades creadas” por el marketing y las “necesidades vitales” del cuerpo y del alma; es ir enfocando nuestra atención hacia los propósitos más elevados que tenemos; dar nuestra energía a lo que verdaderamente es importante, e ir restando protagonismo a todas aquellas cosas en las que desperdiciamos tiempo y atenciones.  Austeridad es también hablar lo necesario, pasar el tiempo justo con las personas adecuadas, prestar toda nuestra atención a cada uno de nuestros actos. 

Consintiendo la barbarie

Esta mañana escuchaba la noticia de que el colectivo peor valorado por los españoles, según una encuesta del CIS, es el de los jueces. Al igual que los políticos, o los banqueros, estamos empezando a ver cómo un colectivo completo se lleva la etiqueta que le corresponde a una parte. También esta mañana he leído un interesantísimo artículo de Jesús López-Medel, abogado del Estado y ex-diputado del PP, publicado en El Mundo el pasado día 4 de Marzo, en el que habla de los “políticos honestos pero silentes”, de la necesidad de que alcen sus voces y denuncien la situación. Y sus divagaciones me han hecho recordar los tiempos en los que, trabajando en banca, me debatía justamente en esta cuestión altamente planteada y poco practicada por la humanidad: la responsabilidad individual.  En todos los colectivos hay personas que observan las aberraciones que se cometen a diario, contemplando la barbarie de sus consecuencias, y lo hacen en silencio. También, por miedo, siguen la corr