“Cuando plantas una lechuga, si no sale bien, ¿castigas o culpas tú a la lechuga? No. En cambio, haces preguntas y tratas de entender por qué no está creciendo bien. Tal vez necesite más sol o menos sol, minerales, un abono diferente, o más agua. ¿Por qué habrías de culpar a la lechuga? Aún así, cuando tenemos un problema con nuestros amigos, o con la familia, o con la gente en general, ¿acaso no culpamos casi siempre a la otra persona? En cambio, si nos centráramos en ayudarlos, crecerían bien como la lechuga. Culpar, castigar, intentar persuadir usando la razón y los argumentos, nada de esto funciona. Pero la comprensión sí, funciona.” Thich Nhat Han
"Equilibrio" Dibujo de José Mataloni EL DAR Y EL RECIBIR: MASCULINO Y FEMENINO Muchas personas dicen que se sienten más cómodas dando que recibiendo, por tanto, en ellas existe una programación mental previa para dar y no tanto para recibir. Recibir es la energía femenina. La naturaleza es una viva expresión de esta energía. La naturaleza recibe la energía del sol, que es masculina, y le otorga la vida. La naturaleza recibe, y al mismo tiempo da sus frutos. De hecho, utilizamos la palabra “natural” cuando queremos expresar que algo sale sin esfuerzo, como si fuera en la esencia de uno mismo. También decimos: “ es mi naturaleza ”, cuando queremos expresar que hacemos algo simplemente porque nos sale, como una vocación, o entregar una mano amiga o nuestro cariño cuando verdaderamente tenemos el impulso por el corazón. La naturaleza es un gran espejo en el que poder observar nuestra propia energía femenina. Durante cientos de años la energía femenina ha quedado r
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